El 30% del consumo mundial de combustibles fosiles se destina a la construccion y funcionamiento de nuestras ciudades y pueblos. En el caso de Argentina, el consumo de combustibles fosiles (principalmente gas natural y derivados del petroleo) alcanza el 80% de la energia total generada por todo concepto.
Ademas del grave deterioro ambiental que produce la utilizacion intensiva de derivados de petroleo, debemos asumir que se van a acabar tarde o temprano. Pero, aun antes que eso, debemos adaptarnos a usar racionalmente la energia o a ser muy eficientes y consumir lo menos posible. Esto implica cambios en los habitos de los usuarios, pero si habitamos un edificio muy ineficiente es muy poco lo que se puede ahorrar y esto ya quedo demostrado en la ineficacia de los programas gubernamentales.
¿Por que? Sencillo. Los programas apuntan a cambiar habitos de coccion, uso de electrodomesticos e iluminacion artificial y estos representan algo menos del 12% de la energia anual consumida en un edificio residencial. Aunque hagamos un gran esfuerzo por ahorrar un 10% en nuestro consumo domestico, esto va a arepresentar el 1,2% en el balance total. ¿que se puede hacer para lograr un ahorro significativo de consumo energetico de un edificio?
elegir correctamente los materiales de construccion
optimizar la implantacion y orientacion del edificio
mejorar la eficiencia energetica del edificio
usar en forma racional el agua
evaluar el consumo energetico anual del edificio durante toda su vida util
priorizar el costo de construccion y mantenimiento del edificio en toda su vida util y no su costo inicial
reciclar edificio y materiales
minimizar las emisiones y los residuos.
agregar sistemas de generacion de energia propia mediante fuentes renovables