Esta casa de veraneo tiene ahora, tras una gran reforma, vistas al mar desde todos las habitaciones; ¡ducha incluida!
En un enclave privilegiado de la Costa Brava, con pinares alrededor y mirando a una bahía, se ubica este apartamento de vacaciones. En 40 años de vida la casa no había sido renovada. “Con la reforma, los espacios pequeños e independientes desaparecen. Ahora, la familia y amigos tienen una casa abierta y amplia que disfrutar en compañía”, dice Toni Molins, de Molins Interiors. Empleando colores claros y frescos, el interior resulta atemporal y cálido, “para evocar el entorno natural que rodea al edificio”, dice Molins.
De un vistazo Quién vive aquí: Una familia con tres hijos mayores que vienen a menudo con sus respectivas novias Situación: S’Agaró, un núcleo urbano costero del Baix Empordà, Girona Superficie: 110 metros cuadrados, más 70 de terrazas Proyecto: Molins Interiors Fotografía: Jordi Miralles Los propietarios, una pareja con hijos mayores, tienen siempre el apartamento a tope, sobre todo la terraza, el lugar de reunión más codiciado al atardecer. Sin duda, ha sido todo un acierto elegir la barandilla de vidrio transparente para no interrumpir las vistas. El pavimento es una tarima sintética gris que no necesita mantenimiento. Sillón y reposapiés de la serie ‘Maia’, de Patricia Urquiola para Kettal; cojines hechos a medida por Molins Interiors; bandeja de Forestier
La vivienda, una casa construida en los años 70, estaba muy compartimentada. En la nueva zona de día no hay separaciones entre el salón-comedor, el recibidor y la cocina.
En el salón destaca la librería a medida de roble barnizado. El sofá esquinero, a medida y perfecto para las multitudinarias reuniones de familia y amigos, está tapizado con un tejido mezcla de poliéster y lino de fácil cuidado. El jarrón de cristal, decorado con caracolas y arena, aporta el toque marinero al ambiente.
La mesa de centro es de Becara; a los pies, alfombra de Naturtex
Junto a una lámpara de pie XXL hay un mural de fotografíascostumbristas con imágenes recuperadas del archivo local de S’Agaró. Mesa de comedor, de Becara; butacas en fibras modelo Cintra, de Flamant
“A los dueños les encantó la idea de las fotos antiguas, así que la repetimos en el estor enrollable de la cocina”, comenta Toni. A la cocina, un cubo enmarcado en roble, se accede mediante una puerta corredera cuyo tirador es la rama de un tronco. “Quisimos dar toques orgánicos a la casa para integrarla más con el paisaje”, cuenta la interiorista del estudio de Barcelona.
Taburetes de Forestier
Bajando el screen decorativo con mecanismo motorizado, la cocina se transforma en una estancia independiente. La imagen antigua estampada en el estor muestra cómo era la bahía de S’Agaró a principios del siglo XX. Se ha camuflado con espejos una columna estructural que se encontraba a medio camino entre la cocina y el comedor.
El mobiliario de la cocina es de roble envejecido; el frigorífico, americano y de gran capacidad, perfecto para las abundantes comidas y cenas que se celebran en el apartamento. “En las encimeras pusimos granito negro Zimbabwe Anticato, un material natural que aporta nobleza y refuerza”, cuenta Toni, para quien, como decíamos, ha sido prioridad usar materiales orgánicos: “El negro da un toque sofisticado y combina perfectamente con los nudos y vetas negras de la madera”, dice.
Tirar la pared del recibidor ha permitido que sea posible ver el mar nada más entrar al apartamento. Los detalles marineros abundan aquí y allá, como unos floreros con arena sobre un aparador de Becara.
La casa tiene seis dormitorios. En la decoración de todos ellos se han utilizado tonos neutros: “El toque personalizado lo hemos dado eligiendo cojines y cabeceros diferentes para cada uno”, cuenta Molins. Colcha a rayas con tela de Bec; cojines de Les Créations de la Maison; visillos de Yutes; cabecero tipo arrimadero de pared, de Naturtex. Las mesitas se adquirieron en Mercader de Venecia y las lámparas en Pour la Galerie
En el dormitorio principal, tanto la cama como la encimera del baño y la ducha, se colocan frente a la terraza para poder contemplar el paisaje.
Los tiradores de las puertas de los armarios son de hierro; el cabecero, en roble barnizado, incluye una hornacina con fuentes de luz led encastradas. Colcha con tela de Güell Lamadrid; manta de Scapa Home; lámparas de lectura Tolomeo, de Artemide
El mueble que separa la habitación principal del baño es característico de los proyectos de Molins Interiors: por un lado, hace la función de cabecero de cama; por el otro, es el mueble-encimera del lavabo. Los dos espejos se sitúan estratégicamente para proyectar las vistas del paisaje.
La ducha tiene vistas al exterior; el revestimiento de la pared recuerda a las piedras de la playa. “A los dueños les encantó la textura”, desvela Toni.
Inodoro y bidé se ocultan tras una puerta corredera de cristal opaco.
El baño está abierto al dormitorio y, desde la ducha, la gran recompensa que se tiene son las las vistas al mar.
Como se aprecia en el plano, la vivienda tiene todos los exteriores orientados a la bahía.
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