No te pierdas estas propuestas inspiradas en la estación más relajada y luminosa del año para una casa en la playa, el campo o urbana.
Los recibidores inexistentes, pequeños y estrechos pueden resultar difíciles de organizar. Mantenerlos en orden puede llegar a ser una tarea casi imposible. Si tu entrada sigue estando desordenada, a pesar de tus buenas intenciones, quizás ha llegado el momento de probar algo nuevo. Estos siete consejos para tenerla siempre limpia y ordenada, incluso en espacios mínimos, seguro que te resultarán inspiradores.
Probablemente, lo más importante de todo sea establece una rutina diaria para mantenerla ordenada y quitar los objetos que molesten. Aquí te damos algunas ideas de cómo crear este hábito:
¿Tienes perro?
¿Por qué no ordenas la entrada cada vez que vuelvas de su paseo diario?
Organiza el correo y quita las chaquetas mientras esperas a que el café de la mañana esté listo.
Ordena la entrada después de tirar la basura por la noche.
Para evitar el desorden asigna un espacio para cada cosa. Las superficies vacías invitan al desorden y a la acumulación de objetos. Evítalo colocando un contenedor para cada tipo de objeto que necesites dejar cuando entres a casa: un plato para las llaves, un cuenco para el cambio, un cesto para el reciclaje, una bandeja para el correo y una percha para el abrigo. ¡Lo agradecerás!
Para que la llegada a casa sea agradable y motivadora, decora la zona de entrada con estilo e intención. No olvides que lo primero que pisas al cruzar la puerta es el recibidor. Si esta zona está limpia, ordenada y es alegre, tu estado de ánimo mejorará. Fíjate en este espacio, por ejemplo: sin el papel, el cuadro y el paragüero en forma de búho, sería un aburrido trozo de pared con una estantería. ¿No es mejor así?
En algunos casos, simplemente no hay espacio suficiente en la entrada para colocarlo todo.Elige otra zona de la casa para guardar algunas cosas. De lo contrario, la entrada se llenará de trastos. Si tienes un armario o un lavadero en la parte de atrás de la casa, o espacio en una habitación cercana, utilízalos para este fin.
Al llegar a casa, deja sólo algunas cosas básicas (como las llaves o el bolso) cerca de la puerta principal. Coloca todo lo demás en este almacén temporal. Puede ser que tardes un tiempo en acostumbrarte a este hábito, pero vale la pena.
Una variación de esta idea es colocar un mueble donde guardar cosas, como una consola con cajones, un baúl o un aparador en la habitación contigua a la entrada. En este caso, se ha instalado una percha justo detrás de la puerta principal para colgar los abrigos y bufandas nada más llegar, pero tienes que pasar a la sala de estar para dejar el resto de cosas en una consola.
No importa cómo sea tu entrada, pero nunca dejes cosas en el suelo. Si no tienes espacio suficiente para colocar una mesa, utiliza estanterías de pared o cuelga unos cestos para dejar el correo y otros objetos. Si tienes que guardar zapatos y botas en la entrada, coloca una bandeja para las botas o un estante para los zapatos. Mantén siempre el suelo despejado.
Este pequeño espacio puede marcar la diferencia en tu día a día en casa, así que puede que merezca la pena comprar un mueble que se adapte perfectamente a tu entrada. En una entrada con poca amplitud, una consola muy estrecha con cajones, como en la foto, puede ser de gran ayuda.
Si solo dispones de un pedacito de pared y no tienes otro lugar donde guardar los zapatos y otros objetos, cuelga unos estantes en la pared para mantener todas tus cosas bien guardadas. Aunque no vuelvas a utilizar la misma pieza en tu próximo hogar, el pequeño placer de llegar a casa y encontrar todo en su lugar, seguro que te hará sentir que merece la pena.
Para aprovechar la limpieza que hay que hacer antes de que los invitados lleguen a casa, invita a tus amigos más a menudo. Es una buena excusa para que tu entrada siempre esté bien.
CUÉNTANOS… ¿Cuál es la mayor dificultad con la que te has encontrado para mantener ordenada tu entrada?